Educar con Ciencia y conciencia: una urgencia para lograr la interdisciplinariedad.

Resignificación Curricular

DISEÑADOR: Alvaro Hernández Acevedo

DESCRIPCIÓN

En este objeto virtual de aprendizaje podrás encontrar algunas ideas acerca de la necesidad y urgencia de educar con ciencia y conciencia ante los nuevos retos que las condiciones y circunstancias del mundo actual nos plantea como una opción alterna para desarrollar la interdisciplinariedad.

OBJETIVO

Nos trazaremos como objetivos que puedas

Comprender las características de la expresión “educar con ciencia y conciencia” ante los nuevos retos que nos plantea el mundo actual como líderes educativos en pro de resignificar nuestro Proyecto Educativo Institucional para transformar un mundo mejor que es posible.

INSTRUCCIONES

  • Espacio para la motivación: Es un momento en el que podrás encontrar una oportunidad para analizar tu postura teórica y apostar por resignificar nuestros Proyectos Educativos Institucionales
  • Espacio para el desarrollo teórico: En esta sección podrás encontrar una serie de visualizaciones para el análisis teórico y práctico acerca de la necesidad e importancia de resignificar nuestros Proyectos Educativos Institucionales. Te invitamos a realizar un recorrido por las diferentes visualizaciones e interactuar con nosotros para construir redes de conocimiento para un diálogo abierto y crítico de saberes acerca del tema.
  • Espacio para el desarrollo de actividades de Aprendizaje: En este momento podrás encontrar una forma didáctica de aprender acerca de la resignificación del PEI desde el MESOCURRÍCULO con una mirada de la Comunicación, la Inclusión y la Socioemocionalidad.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

Espacio para la motivación

Paideia te ayudará y acompañará a recorrer esta visualización, quien te indicará el lugar donde debes dar click para identificar las características de la expresión “educar con ciencia y conciencia”, de tal manera que se resginfique nuestra apuesta pedagógica y educativa que llevamos a cabo dentro y fuera del aula, de acuerdo con las circunstancias, condiciones e intencionalidades de los actores de la construcción de conocimiento.

Desarrollo del contenido

Paideia te acompañará en este momento de desarrollo teórico:

A continuación, Paideia te guiará en la construcción de conocimiento acerca de las apuestas pedagógicas y educativas por educar con ciencia y conciencia desde la perspectiva de la Comunicación, la Inclusión y la Socioemocionalidad.

Para mayor información, te sugerimos este artículo que es necesario tener presente a la hora de complementar nuestra temática.

Actividades de aprendizaje

Ahora, respetado Maestro.

Te invitamos a desarrollar esta actividad en el que medirás lo que haz aprendido, te divertirás y nos compartirás tus reflexiones.

Evaluación

Es un momento para evaluar lo que hemos este ejercicio y lo haremos de la siguiente manera.

Paideia te indicará lo que debes hacer.

Reflexión

Ahora, respetado líder educativo, te invitamos a analizar esta lectura que nos ayudará a complementar lo que hemos desarrollado hasta el momento en este Objeto Virtual de Aprendizaje.

Ciencia y conciencia
La ciencia se ha convertido en nuestro tiempo en un instrumento, ciertamente indispensable, para comprender lo que nos rodea y dar respuesta a los enigmas de una manera tangible. Sin embargo, la ciencia se ve impedida de proveernos, por sí misma, una ética. Pero sí puede mostrarnos cómo lograr un determinado fin y, de igual forma, mostrarnos aquellos fines que son imposibles de obtener. Sin embargo, entre los fines que logran conseguirse, las contingencias y sucesos que emanan de éstos, se examinan en argumentaciones distintas de las exclusivamente científicas.
Esto es que la asociación que se suscita entre la ciencia y conciencia humana se permea inevitablemente a través de la afirmación que señala el precepto de respeto a la dignidad humana. Que indica que todo ser humano ostenta una dignidad exclusiva, que le es propia, no dada por ninguna autoridad, independiente y al margen de religión, clase social, edad, sexo o cultura que ostenta un individuo.
Por lo tanto, la conciencia nos lleva al discernimiento que el ser humano tiene de su propia existencia, su condición y de lo que hace, y que le permite construir juicios propios de representación ética y moral en lo concerniente a lo que está bien y lo que está mal, y con relación a sí mismo y a las diversas circunstancias que le rodean. En la anterior aseveración surgen las inquietudes éticas en la sociedad sobre los juicios de valor en que se sustenta actualmente la ciencia, la cual no debe extraviarse, sino conducirse en un proceso cada vez mayor de humanización.
En otras palabras, los productos y fines últimos de la ciencia deben ser una continuación del ser humano, y aunque también se ve influenciado por las condiciones propias del medio donde ésta se desarrolla y que sus efectos a largo plazo pueden ser impredecibles, debe responder a su intencionalidad de una forma ética y moral. Por otra parte, debemos abatir la brecha que ahora se advierte en la organización e interpretación del conocimiento científico, que más que convertirse en un mecanismo revelador de la verdad, ahora se ha transformado en un dispositivo que trabaja con certezas transitorias sin ningún compromiso de los logros alcanzados, y sirve solamente para establecer una obsolescencia de todo cuanto habíamos pensado y, por lo tanto, nos lleva a vivir no en la realidad, sino en un paradigma reinante y emanado de los nuevos supuestos que son mediatizados por la ciencia, y que posteriormente se abatirán hasta que florezca otro paradigma diferente.
Sin embargo, el riesgo es mayúsculo, si es que hay en este relativismo del conocimiento científico, y nos conduce no sólo al desborde del subjetivismo, sino a la incapacidad de dilucidación de la verdad. No obstante, este nuevo paradigma admitirá seguramente por parte de la sociedad, vacilaciones, oposiciones y acuerdos al aglutinar nuevas representaciones que implican un distinto conocimiento al que le precedió.
Pero el nuevo discernimiento e intelecto generado por la ciencia contribuirán a esclarecer este conocimiento, no excluyendo la desconfianza y la discrepancia, sino registrándolas como artífices para profundizar en esa zona oscura de todo saber científico, que es encontrarse con la ignorancia de una manera reconocida e inscrita en el saber, interpretación y juicio científico. La permanencia de estos debates en los círculos sociales, académicos y científicos, permite observar que existe en la sociedad una responsabilidad cada vez más grande sobre la urgencia de cimentar una nueva visión del quehacer de la ciencia.
Ésta es una visión global de la realidad, donde la lógica de un hecho en la naturaleza no debe separarse de la lógica del conjunto que la condiciona; axioma que se advierte en nuestra sociedad, cuando se aprecia la gran dificultad que surge principalmente del estudio y comprensión del funcionamiento del ser humano y su conciencia.
Es en este devenir de correspondencia, entre la ciencia y la conciencia humana, emerge la búsqueda y el proceso de prueba de los medios con los que cuenta el hombre para satisfacer la necesidad de indagación de su realidad en espacio y tiempo; no tan sólo tecnocientíficas, sino de la propia cognitiva, inherente.
En este examen el hombre se prueba y justifica su atención, para luego controlar la ejecución o actuación de un hecho en la naturaleza. Y esto le permita percibir de forma más profunda la existencia integral de un objeto o suceso, así como su propia coexistencia; así también, lo encamina a pensar en lo que se hace o acontece y saber lo que se piensa o sucede a su alrededor. Pero esta relación de ciencia y conciencia humana es más amplia, ya que representa la capacidad básica de un individuo –o de la misma sociedad a la que pertenece–, de tener experiencias, que circunscribe además sensaciones, sentimientos, pensamientos y representaciones.
Estos aspectos proponen o acercan al individuo a la elucidación de las cualidades de lo real y le asocian a un constructo de características complejas, que ofrece un cúmulo de posibilidades, y que le permiten acoger una arquitectura de la realidad. En tal sentido, ser o no consciente del conocimiento científico que se genera, equivale a lograr o no sentir o, primordialmente, a pensar o no. Tomado de Cantú, M., P. (2010). Ciencia y conciencia humana. En: Ciencia. Universidad Autónoma de Nuevo León, UANL, Vol. XIII, Núm. 1, enero-marzo, 2010, pp. 6-10.

Conclusiones de expertos

Ahora, para finalizar, respetado líder educativo, te invito a analizar este video que es, por contraste, muy afín a la intencionalidad de este objeto virtual de aprendizaje, ya que encontrarás los límites, aunque eso será un tema posterior de otro OVA, que la ciencia y la mente humana poseen de cara a la misma existencia del ser humano en relación consigo mismo, con el otro, lo otro y lo absolutamente Otro.