El buen vivir ¿objetivo de la Educación rural?

EDUCACIÓN RURAL

DISEÑADOR: ALVARO HERNÁNDEZ ACEVEDO

DESCRIPCIÓN

En este objeto virtual de aprendizaje podrás encontrar las características y beneficios del buen vivir desde la educación en un contexto de ruralidad y territorio.

OBJETIVO

Nos trazaremos como objetivos que puedas

Comprender la necesidad de pensar el buen vivir desde la educación en un contexto de ruralidad para resignificar al sujeto rural e hijo de la aldea como ciudadano del mundo.

INSTRUCCIONES

  • Espacio para la motivación: Es un momento en el que podrás encontrar una oportunidad para analizar tu postura teórica y apostar por resignificar nuestros Proyectos Educativos Institucionales
  • Espacio para el desarrollo teórico: En esta sección podrás encontrar una serie de visualizaciones para el análisis teórico y práctico acerca de la necesidad e importancia de los proyectos de aula educativos institucionales. Te invitamos a realizar un recorrido por las diferentes visualizaciones e interactuar con nosotros para construir redes de conocimiento y construcción de nuevos saberes acerca del tema.
  • Espacio para el desarrollo de actividades de Aprendizaje: En este momento podrás encontrar una forma didáctica de aprender acerca de como vincular la perspectiva del buen vivir al pluriverso de la educación.

DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

Espacio para la motivación

Te invitamos a recorrer este sendero de aprendizajes y a reconocer la importancia de establecer las relaciones entre el buen vivir y la educación como apuesta curricular alternativa en la resignificación de todo Proyecto Educativo Institucional. Paideia será quien te guiará en este camino.

Desarrollo del contenido

Paideia te indicará hacia dónde vas a encaminar esta aventura del conocimiento.

Actividades de aprendizaje

Ahora, vamos a divertirnos aprendiendo y da click sobre el recuadro para realizar una actividad didáctica sobre el tema.

Evaluación

Es un momento para evaluar lo que hemos aprendido. Desarrollemos juntos este apartado.

Reflexión

Reflexiones a partir de la experiencia de la consideración del docente en función de educar para el buen vivir.

Los Educadores para el Buen Vivir

La educación para el Buen Vivir requiere de comunidades que educan. No se trata de educadores solitarios o individuales. Sin comunidad educadora, en cualquiera de sus formas, no es posible esta orientación educativa.

Esas comunidades están formadas por diversidad de integrantes que interactúan entre sí.

Entre otros, están los docentes o educadores, con responsabilidades diferenciadas y que tienen que estar consustanciados y comprometidos con esta manera de vivir. No se puede formar para el Buen Vivir como si se tratara de un mero contenido curricular. Los educadores para el Buen Vivir, sean docentes formales o no formales, tienen un perfil particular dentro de estas comunidades educadoras, que podemos delinear con los siguientes rasgos:

Son animadores socioeducativos. Son quienes generan conciencia social en la comunidad; quienes recuperan críticamente los saberes locales y facilitan la apropiación de nuevas tecnologías y experiencias útiles para el desarrollo del medio. Promueven la construcción de conocimientos, enseñan a aprender. Se involucran en la tarea de construcción de base. Consideran que los espacios de aprendizaje van más allá de los ámbitos formales: realizan visitas, reuniones y gestionan espacios informales. Valorizan la existencia y potencialidad de otros espacios educativos no escolares. Favorecen el desarrollo, ofreciendo herramientas simbólicas y diferente tipo de interacciones.
Son personas sensibles y cercanas. Promueven una matriz vincular afectiva, actitudes solidarias y participativas. Dialogan y tienen capacidad de escucha. Son personas cercanas. Ayudan a descubrir las riquezas y cualidades personales, resaltándolas con estima y respeto, con sinceridad. Rescatan lo positivo y lo explicitan. Ayudan a reconstruir, reparar y resignificar identidades y auto-imágenes. Valorizan palabras y acciones de los niños y jóvenes. Son sensibles a la injusticia. Comparten emociones, vivencian el dolor ajeno como propio, intentan compensar y contener. Tienen iniciativa, creatividad y autonomía. Son flexibles, tienen una mentalidad abierta. Pueden descentrarse, tienen posibilidad de entrar y salir del lugar del referente. Comparten y ceden protagonismo. Son personas sólidas y armónicas, coherentes en su discurso y su acción. Enfrentan conflictos, socializan dificultades. Sus valores son: solidaridad, responsabilidad, tolerancia y perseverancia. Ayudan a recuperar la esperanza, el futuro y la dignidad personal.
Son personas reconocidas por la comunidad en la que educan. Tienen buena relación con los miembros de la comunidad y son respetados por ellos. Se relacionan con las culturas locales. Buscan códigos y formas adecuadas de relación con el contexto local. Comprenden su contexto y sus realidades familiares, porque los conocen. Respetan las diferentes culturas. Desarrollan la capacidad de ver, escuchar, comprender la cotidianidad del otro que es diferente. Están abiertos a la diversidad.
Son auto-críticos y con actitud de vigilancia epistemológica. Tienen capacidad reflexiva. Construyen espacios de discusión y vigilancia epistemológica, sometiendo a crítica las acciones y las lecturas que hace de los niños y jóvenes y sus familias, para no caer en idealizaciones, justificaciones, reproducciones de prácticas paternalistas, etc. Priorizan los espacios de reflexión en común. Reflexionan escuchando el aporte de los estudiantes. Se auto – evalúan y aceptan críticas. Reconocen sus preconceptos sobre la realidad local y la caracterización de la gente que vive en circunstancias desfavorables, sus saberes y vivencias que propicien o dificulten la tarea, su conocimiento de la historia y los valores culturales locales, su conocimiento de los factores socio-políticos con relación a la situación de exclusión, sus propios valores, expectativas, prejuicios y déficit, etc., para lograr mayor honestidad y libertad en sus intervenciones. Participan en instancias de capacitación permanente y colectiva. Buscan nuevos marcos teóricos. Buscan profesionalizarse y especializarse. Poseen actitud investigadora.
Son personas comprometidas con un proyecto colectivo. Hacen junto con sus compañeros un análisis sociopolítico de la realidad. Buscan comprender la complejidad de la realidad social local. Acompañan y apoyan las iniciativas que está llevando adelante la comunidad. Están involucrados con el futuro de los niños. Confían en que los proyectos educativos pueden crear las condiciones necesarias para el aprendizaje. Promueven el rol de los dirigentes elegidos democráticamente en la comunidad. Buscan trabajar participativamente y en equipo. Trabajan en red, registran otros escenarios de acción, con la comunidad. Tienen voluntad de transformar. Pueden trascender su formación unidisciplinar y el aislamiento profesional. Aceptan determinados riesgos en función del proyecto colectivo. Pueden animar grupos de aprendizaje. Ayudan a lograr una experiencia de grupo y de comunicación.
Son educadores con habilidades para la planificación participativa. Tienen capacidad para negociar y para identificar el aprovechamiento de los recursos de la comunidad. Pueden facilitar la comunicación y la articulación de los actores locales. Están dispuestos a coordinar esfuerzos con diferentes actores e instituciones del medio local. Tienen habilidad para mediar. Facilitan que la comunidad identifique sus problemas y tome decisiones para resolverlos. Pueden realizar diagnósticos. Tienen conocimientos de planificación. Pueden operar procesos de monitoreo y evaluación. Respetan tiempos y plazos. Poseen claridad en cuanto a etapas y tiempos de los procesos de aprendizaje. Tomado de: https://aler.org/node/3715

Conclusiones de expertos

Ahora te invitamos a observar este video que nos ayudará a complementar este tema de
vital importancia, cuyo título es retos a la pedagogía desde el buen vivir.